Un Viaje Soñado
Un Viaje Soñado

Un Viaje Soñado

Un Viaje Soñado (Por el Rabino Marcelo Bater)
Hace pocos días volví de Israel, donde tuve el kavod (honor) de viajar a realizar una jupá. Melu Ruetter (hija de Andrea y Sergio), argentinos que hicieron aliá hace dos años y medio, se casó con Assaf (israelí, hijo de papá argentino y madre sabra).
Para los padres, imagino que no hay momento más sublime en la vida que llevar de la mano a su hijo/hija hacia la jupá y verlos formar su propio hogar con la persona que aman. Como rabino, casar a una pareja, es ver la consagración del amor en su máxima expresión, es la unión de dos almas en una mas grande.
Volver a Israel es como volver a ese primer hogar. Es sentirse en casa. Más de 3000 años de historia delante de tus ojos. Pude vivenciar uno de los días más tristes del calendario, Iom Hazikaron (el día de recuerdo por los soldados y civiles que dieron sus vidas por Israel), donde una sirena suena de norte a sur del país, y todas las personas, absolutamente TODAS, se paran (en el lugar que están, incluidos los autos y colectivos) para brindarle homenaje y honor a esas vidas. Es un minuto de silencio donde lo único que se escucha es justamente ese silencio total. Difícil de explicar con palabras ya que es una experiencia que eriza la piel de quien ve el respeto y honor por la vida. Y al terminar ese día, festejamos el día más alegre del año, Iom Haatzmaut. Este año, se cumplen 74 años de la creación del Estado de Israel. Es emocionante ver a la gente bailando en las calles, las banderas decorando todas las ciudades, edificios, calles; los parques con sus shows y en la mañana siguiente la gente haciendo asados en las plazas. Vivencias que van a quedar por siempre en mi corazón.
El kotel (Muro de los Lamentos) es un capítulo aparte de este viaje. Desde la comunidad invitamos a que puedan escribir papelitos con deseos, agradecimientos o lo que quisieran para llevarlos. Poner uno por uno esos sueños, era sentir que estábamos JUNTOS en el lugar más sagrado del mundo judío, Jerusalem, el Kotel.
Tuve el orgullo de llevar a mi hijo Benjamín (hoy de 14 años) a ponerse los tefilin en el kotel, ya que cuando le tocó hacer su bar mitzvá, un 5 de septiembre de 2020, estábamos en plena pandemia, donde la apertura era súper estricta, y sin embargo el igual quiso hacer su ceremonia. Y fue justamente el primer bar mitzvá de la comunidad del 2020 por zoom con solo ocho personas presenciales. A partir de esa fecha, algunas familias comenzaron a adoptar esa modalidad. Por eso no quería dejar pasar la oportunidad de ir junto a el al kotel a rezar, agradecer y pedir por todos.
Y no podía irme de Israel sin ver a las familias de la comunidad, a nuestras familias que hicieron aliá hace mucho o poco. Armamos un Shabaton al aire libre en la plaza central de Kfar Saba, el viernes a las 19 hs. Al igual que en Dorja, a las 19:30hs, en sillas plegables, reposeras, lonas, armamos una ronda y cantamos y recibimos juntos el Shabat. Casi cincuenta personas nos reencontramos, y ese abrazo hacía sentir que el tiempo no había pasado. De eso se trata justamente el sentimiento de COMUNIDAD. No importa donde estés, lo importante es que estamos juntos y escribimos entre todos esta historia.
Gracias a la familia Ruetter por haberme dado la posibilidad de casar a Melu y Assaf y a mi querida Dorja por permitirme cumplir estos hermosos sueños.

Con Brajot para todos.
Rab. Marcelo Bater