Shavuot – Seguimos aprendiendo de nuestras fiestas.
Shavuot se conoce como ‘Zman Matan Torá’ – ‘Tiempo de la Entrega de la Torá’.
Este nombre es bastante interesante para encontrar la raíz de la festvidad. Veamos palabra por palabra.
Zman – Tiempo: Shavuot es una fiesta que trasciende el tiempo y el espacio físico. Es una fiesta que nos conecta con nuestro pasado, nos obliga en nuestro presente y nos da un legado para nuestro futuro.
La Torá es un libro (rollo) que venimos leyendo hace miles de años y que a pesar del paso del tiempo, luego de 7 semanas contadas a partir de la segunda noche de Pesaj (Cuenta del Omer), en la noche 50 festejamos la Entrega de la Torá.
Matan – Entrega: Shavuot como dice anteriormente es tiempo de entrega de la Torá. Cosa que genero una polémica entre nuestros jajamim (Sabios) ya que muchos se preguntaban por qué la festividad no era llamada ‘Tiempo de Recepción de la Torá’?
La respuesta quizás sea bastante lógica: la ENTREGA de la Torá, se realizó UNA SOLA VEZ. A través de Moshé, en el Monte Sinaí, y el pueblo respondió ‘Naase v’Nishma – Haremos y Escucharemos’ como contrapartida de la Ley.
A diferencia de la entrega (que celebramos en esta festividad una vez más), la recepción de la misma, es una invitación a renovar nuestro compromiso con la Torá año tras año. Es volver a preguntarse en forma individual y comunitaria: ‘vamos a contestar de la misma manera que nuestros antepasados?’ Nos vamos a comprometer con la misma? El gran objetivo de esta fiesta es justamente llegar a esa noche preparados para estudiar Torá, y en la mañana volver a recibirla con la lectura de los Diez Mandamientos.
Torá – viene de la palabra hebrea ‘Hora’a’ que significa ‘enseñanza’. Como enseñaron nuestros jajamim de la época de la Mishná – siglo III EC (en Pirkei Avot), hay que ‘Leerla y releerla ya que todo está en ella’. La sabiduría más pura se encuentra dentro del texto de la Torá. Cada año nuestros ojos se renuevan al leerla. La interpretamos de manera diferente y por eso, tenemos la misión de enseñarla a nuestros hijos y nietos.
A partir de ahora, una vez ya recibida nuevamente la Torá este año, es hora de poner manos a la obra en leerla y ponerla en práctica.
Rab. Marcelo Bater